miércoles, 21 de noviembre de 2018

Bukowski vs Martinez


Legué a Mar del Plata a las 11:30 AM, despues de 3 semanas de haberme ido a vivir a La Plata, el viento potente, era uno de esos 20 días al mes que se te vuela la peluca. El turno con Lala duró 5 minutos, 5 horas de viaje para un encuetro tan efimero con la odontologa mas hippie de mdq. Estos desajustes ocurren en mi vida cuando soy autentico y vivo el presente, es decir todo el tiempo. Llegadas tarde, corridas, caminatas por barrios oscuros(cuelgue de 5 minutos para mirar las estrellas), llegar a una cena a las 2 de la mañana por no tener auto o por tenerlo y negarme a usarlo, etc. Gracias a ello me sumergí en MUJERES de Charles Bukowsk. 5 horas de ida y 5 de vuelta y por estar tan convencido que estos 1100 pesos fueron una inversión, es que me siento un optimista empedernido.

1.

Ricardo Lester tenía listo mi ultimo libro, POSTALES TROQUELADAS, un titulo que carece de poesía ya que es eso mismo, un libro de postales troqueladas. Me abrió la puerta Eduardo, ese viejo querendón, hace 20 días nos habíamos despedido así que fue raro vernos pero nos abrazamos sin dudarlo. Cuando lo vi me enamoré, no de Lester sino del libro. Había salido de mi imaginación y él lo había gestado. Eramos padres de un hermoso, un colorido libro de fotografía.


—¿Unos mates? 
—Vendrían bien, me desperté a las 5 para alcanzar el viaje y aun no tomo ni uno.
—Uff ¿A las 5?...¿Existe esa hora? jejeje -se reía como una pequeña rata.—Igual no dolió tanto, dormí la mitad del viaje y la otra mitad leí a Bukowski, se que a vos no te gusta.
—¿Como que no me gusta? Me encanta, todos hemos pasado una etapa o la estamos pasando, de leer mucho a Bukowski, me gusta mas que nada su poesía.
—Ah, no leí nada de eso. Pensé que no te gustaba. Estoy leyendo una novela, MUJERES... Que creo que es él el personaje protagonico. 

 ¿Chinaski?— Si
— Entonces si, es una novela autobiografica. Henry Chinaski es su alter ego. Si te gustó deberias leer a Jhon Fante -Lester me daba el primer mate, luego de colar la yerba en un colador de cocina rojo, la temperatura era ideal, al terminarlo me extendió un libro abierto que habia sacado de una de las bibliotecas 
—Lee este parrafo. -el libro obviamente era de Fante y lo que leí fue mucho mas que un parrafo. Sentí la ncesidad de intercambiar libros, pero me habia hecho adicto a MUJERES y me quedaban algo mas de 100 paginas. 
— Claro, Chinaski es todo lo que había oído o leído sobre la vida de Bukowski. -Reimos y se mezclaron nuestras risas, Lester es uno de los pocos seres humanos que me hacen sentir natural, me rio cuando me sale y cuando no, siento que puedo mirarlo a los ojos sin dudar de lo que estará pensando. Es un tipo transparente y eso es lo mejor que puedo pedirle a esta humanidad de mierda que hemos construido. 

Comenzamos a revisar el nuevo proyecto que deseo concretar junto a Maria del Mar Rodriguez. Eliminé los textos de MATICES DEL DIA, que deseaba poner para terminar de improntar mi caracter pero bueno, tendrá identidad propia, como todos mis proyetos que buscan mas que nada sacudir la sensibilidad del lector y no proyectar mi personalidad. Me despedí de Lester y Eduardo con la sensación de que jamas volvería a verlos.

En la plaza Perala Ramos busqué a alguno de los vagos que siempre paran ahí para saldarlo, contarle que me había mudado, quise saludarlos pero al único que vi estaba tirado a un lado de la escuela para ciegos, con la cabeza sobre la botella que lo había arruinado, me vio con la mirada más triste que he visto jamas. Creo que no me reconoció, no me quedé a averiguarlo, sentí un profundo vacío en el pecho subiendome por la garganta. Me gustaría borrar esa imagen de mi memoria presente.

2.

Para dormir, había recurrido a un conocido, el Gallo. Tenia una sala de ensayo a la vuelta de la terminal de micros, llegué a tocar su puerta a las 17 horas.
 ¿Que vientito, no? Así te recibe Mardelplata. -Ni un hola, ni como viajaste, nada. Como si nos vieramos todos los dias. Me encantó su estilo.
— No me traje abrigo así que espero que no refresque.
— Va a seguir haciendo calor, pero acá nunca se sabe... Bueno, vos sabes.
— Todavía estamos en Noviembre, es invierno en Mar del ajajaj. 

— jajaj si, es así. ¿vas a hacer algo ahora? Yo voy a terminar de grabar un tema en un estudio acá cerca. — Si, asamblea de la Feria del Libro Independiente y Autogestivo. Es a las 18, me voy a pasar a saludar, a ver que están haciendo. Después a la noche La Prosa Mutante.
 

El Gallo me dió un juego de llaves, me motró la casa y se fue. Me hice unos mates, me senté y abrí el libro. 
Levanté la vista del libro, eran las 19,30 y mandé un audio al grupo de la FLIA <me acabo de olvidar, de acordar... de la reunión de la FLIA, lo siento mucho, eh... me colgué leyendo Bukowski, se me fue el tiempo. Es genial, abrazo a todes. >

La prosa mutante 297, como nunca genial, digo como nunca porque siempre cambia y su genialidad es diferente en cada edición. Hubo poemas versados en el feminismo, cuentos con una base de ternura, cuentos de horror, poemas tristes, covers, canciones originales y en la despedida de Bloft Latinoamerica me di el gusto de pedirle un tema a Nevenka Siveria, me concedió "huevos eran los de antes". Vendí dos libros y leí unos cuentos con tinte vegano e hice algunos chistes a proposito de mi nuevo proyecto.

Esta fue una visita con aire a despedida, aunque sentí un gran vacío por amigos que para afrotar la crisis eligieron
o no pudieron elegir otra cosa que trabajar a verme, pude usar ese tiempo para conocer mediante largas charlas al Gallo. Un gran anfitrión.

viernes, 16 de noviembre de 2018

hay dias que ni da salir de la cama

"En guardia" suena en mi cabeza ahora y va a continuar ahí, horcas es mi biblia y siempre me ayuda a recordar que el mundo no esta de mi lado... Pero hace dos días no fue así, no, hace 48hs estaba regalado y no lo sabía creer.

Salgo del medico con la infeliz noticia de que mi tratamiento cuesta al rededor de 20000 pesos, aposté a creer en una exageración ya que ni me habían hecho un estudio diagnostico. El celular dice <hola amigo, estoy en 1 y 60, vos?> Es Agustin, un viejo amigo que no sabia que estaba enterado de que nuevamente vivo en La Plata, tras 8 años. <Estoy en 16 y 60, caminemos y nos encontramos en 8>. Tiempo después y mensajes inútiles varios me confirma que va a estar en plaza Rocha, en Calle 7. Me dedico a pensar lo complejo que sería ese encuentro ya que no nos tratamos por años, esos años en que me replanteé muchas cosas, entre ellas mi alimentación. En la adolescencia bebíamos alcohol creyéndonos inmortales, ahora esa no puede ser una forma de vincularnos pues lo dejé, al igual que la carne de otros animales.
Lo que son las cosas... No hace un segundo que estoy pensando en el Encuentro y se me cruza un joven con una casaca de cerveza Quilmes, lo identifique como un aviso divino <¡Pega media vuelta ya!> por el lema maldito y patológico "el sabor del encuentro".

Agustin está sentado en un banco bastante roto, nos dimos un abrazo y veo su remera, leo Black Sabgath, al igual que la mía. Tras cruzar unas palabras comienza a picarme el brazo, al revisarme me doy cuenta que el banco está lleno de bichos que lo picaban a él también, pero no le importaba, dice que si, lo estaban molestando desde que se sentó.
<No tomas alcohol así que una birra no vamos a tomar...> dijo con un silencio final que invita a una respuesta donde no existió una pregunta. Mientras lo miro extrañado me cuenta que se había cruzado un loco al otro lado del monumento enorme y exagonal que funciona como tabique en el centro de la plaza Rocha. Pero le resto importancia y le cuento mis problemas, que había discutido con un payaso y que un poco era la historia de mi vida, de pendejo les rompía la cara o me iba pero ahora la civilización me ha transformado y bueno, me quedaba solo aceptar la estupidez y dejarla pasar.
Caminamos unas cuadras, el loco para mi decepción no estaba donde advirtió Agus, quería ver en que consistía su lanza amarilla, su barba... Caminando unas cuadras más para buscar un lugar donde vendan piza, comida que podríamos compartir. Pero la pizeria más cercana resultó ser un espejismo ya que en mis 3 semanas en la ciudad, aun no me habituaba a las calles.
<Confundí Avenida 60 con Avenida 66, por los bulevares> su cara se inflama y suelta una serie de pequeños suspiros como quien alienta un fuego a leña <Bueno, mientras llegamos me compro una birra en un kiosco y la voy tomando> lo miré con descreimiento ya que apenas pasaban de las doce del mediodía. Un salto de alondra al pasado, una verdadera reverberación pero lejos de brillar...
Pronto llegaremos, le indiqué, <En esa panadería compramos siempre>. <¿Eso es una cerveceria?> El local decía DUFF en varios carteles, la respuesta parece obvia. <No se Agustin, no miro esas cosas> se me queda mirando como si le estuviera ocultando algo. <¿No decís que es tu barrio y no sabes si hay una cerveceria?> Ahora soy yo él que lo mira raro <Es una cervecería, dice DUFF por todas partes>
Entramos, el revestimiento interior de maderas cual barril, la barra con la copas colgando como se usa ahora en las cervecerias conchetas, un par de envases para rellenar birra artesanal, una damajuana llena de corchos y dos pingüinos (para vino) hacen de marco de referencia a mi psiquis que cada vez se va sintiendo menos cómoda.
Estábamos sentados hacía 30 segundos cuando el mozo nos ofreció las cartas, <Una cerveza negra> dijo él sin mirarla. Yo abrí la mía y comencé a buscar la pequeñísima sección BEBIDAS SIN ALCOHOL <Un exprimido de pomelo, por favor> <No hay> <¿Naranja?> <Ya se lo marcho>. La cerveza llegó enseguida y su aroma alcohólico se metió en mis narinas como si tuviera una graduación superior a 120. <Salud> Me dice Agustin mientras me acerca el vaso a la cara, amplificando mi experiencia por demás desagradable. <¿No ves que tengo el vaso vacío? Me vas a dar mala suerte.> Aunque fue un chiste, había algo de verdad en mis palabras. <¿Porqué no tomas alcohol?> Su voz salió de su boca y se metió otro trago. <No sé tomar, como no sé manejar y no manejo para no lastimar a alguien o a mi mismo, no tomo ni manejo> sonrío o creo estar sonriendo. <Pero podes aprender a hacerlo> <No quiero Agus, no me hace bien. No hablemos de esto>. Se le agrandan las fosas nasales como si fuera a estornudar pero solo habla unas pocas palabras audibles <Yo cuando tomo siento un placer en la base de la lengua, un cosquilleo intenso que termina por...> y así sigue, mientras yo no doy crédito de lo que estoy presenciando, un carpintero devenido en somelier. Mi amigo de toda la vida tratando de convencerme que tire toda mi espiritualidad a la basura e involucione al estado en que nos habíamos conocido 20 años atrás. Lo peor que hay una pequeña parte de mí que se siente atraída, no por sus palabras sino porque estaba sentado en la boca del cocodrilo. Mi garganta y mis oídos comienzan a contraerse y expandirse, el aire que respiro es cada vez mas denso y cuando salgo de ese embotamiento él sigue con sus descripciones. Finalmente alzo las manos temblorosas y digo <Basta, cambiemos de tema> y como si estuviéramos siendo actores de un programa de Capusotto, dice <¿Y Whisky tomas?> entonces me pongo de pie, le estrecho la mano y me voy.
Le dejé $100 al mozo con abundante propina y caminé hacia cualquier dirección. Hacia mucho tiempo que no me sentía tan solo. 

viernes, 2 de noviembre de 2018

Pasando un manuscrito


Jueves, 7 de Diciembre de 2017

Día 1 – Sierra de la Ventana

El viento borroneo el espejo del arroyo, los árboles y las flores se arremangaban por el ritmo de las ondas. Verdes y amarillos atravesados por el vuelo de las aves que imprimieron su pincelada ocre.
Me retiro con esa emoción tímida, por haber pospuesto la fotografía que vislumbré y un especial agradecimiento por tener en mi recuerdo esa impresión: El reflejo de las olas escalando la pared tan vertical decorada con huecos de cotorras, el TUC-TUC TUC-TUC de un Carpintero y la CRI-CRI-CRI-CRI-CRI de otro ave como respuesta, un rebote armonioso. Los arrullos de la ruta ya se hacen escuchar, mi andar alienta a cada pareja de teros a salir de su permanente guardia y sigo pensándome un blanco en la nuca pero no me tratan como a la ida al arroyo. Camino junto al alambrado con el sol a mi derecha pendiente entre dos cerros. En la comisura de mi ojo sonriente lo espío como si fuera a llenar esa ranura dejando a una de las sierras por detrás del horizonte. Participar de esta intuición irrepetible y cotidiana me hizo pensar en la respiración de los álamos, fenómeno que solo pude apreciar esperando a que el viento se detenga a la vera de ese río quieto por unos instantes, en su quietud me llevó lejos dentro. <<cuando lo imposible se vuelve visible, es el arte de la naturaleza lo que nos llena, pero no se vacía>>
—No se vacía porque para que entre, algo tuyo sale. –cruzando el alambrado, una persona recortada en el contraste del ocaso se había detenido un momento a responder lo que creí pensar. Asegurando su mochila se adentra al campo de los cerros antiguos. 

Viernes, 8 de Diciembre de 2017

Día 2 – Sierra de la Ventana

Me despedí de Laura, Ivan y el Turco Darío para presentarme con Samanta, la guía hacia mi centro espiritual: La garganta del diablo.
—Aunque es cercana al Abra de la ventana, es un destino sin muchos visitantes. –Samanta me señala un contenedor con botellitas de plástico.
—Eso la  hace perfecta para mis propósitos, reproducir la paz.
Irónicamente, lejano a mi deseo, Samanta me presenta a Jorge y a Laura(otra), otra pareja de marplatenses, que integraran el grupo.
La caminata primera fue paradisiaca, la Retama que es una invasora que embellece y se vierte dentro como una cascada de luz amarilla, el roquerio del primer morro apilado como intencionalmente en esos tomos que anestecian la mirada. Su orden y su forma piramidal me hicieron creer en cuanto habíamos copiado de la naturaleza. Las aves y las flores autóctonas y anónimas salpican mi experiencia como estrellas diurnas. Los recueros de los teros del mirados habían sido absorbidos por esta panóptica belleza. Me sentía observado por el caballo salvaje, por los líquenes en las rocas que encontraba a cada paso, por el sol siempre en mi frente. Al regresar, lejos de la base incluso, repasábamos esos 14 kilometros con Samanta que camina enmarcada por la sierra que sostiene el cielo.   
—¿Y encontraste lo que buscabas?
—No, el lugar de la tranquilidad siempre estuvo dentro mío.
—Si en algún lugar has sido feliz, no vuelvas. Dice Joaquín Sabina. –Ella sonríe cansada.  

jueves, 2 de agosto de 2018

JUEVES 28/6 - Alba luz

Alba Luz, que decirte, porque siento que te escribo pero no. ¿Como es que esto tiene un sabor a carta al pasado si ha sucedido hoy, si sucede hoy, si el presente fugaz me dicta un especie de olvido de lo que estamos corrigiendo con nuestras experiencias compartidas en un día grandioso y desinteresado?

JUEVES otra vez, como si todos los días especiales fueran Jueves o comenzaran siéndolo y luego mutaran a otro dia (Viernes generalmente)

1ra parada, Punta Mogotes. Nos habían ofrecido un hotel para albergar a les asistentes de la FLIA en el Faro de la memoria. Me acerqué, internamente maravillado, ante este gigante en ruinas y visualicé una horda de poetas, escritorxs, pintorxs y artesanes riendo y danzando en los pasillos. Ecos de otras Ferias del Libro Independiente y Autogestivo. Luego me iría tras confirmar lo dicho, unas habitaciones sin calefacción ni comodidad alguna. Su hostilidad supero mi imaginación por mucho. Crucé la calle pensando en los techos abiertos, el polvo sobre las camas rotas y las montañas de escombros en los pasillos. Cuando me cruza Juan (hijo de la poeta Mona Vasser) y me pide que le avise en la proxima pintada de Acción Poética MDQ. Pero ya colgamos las brochas, mi pasión por las letras vive ahora en la FLIA mar del plata.

Me tomé cualquier colectivo porque prefiero caminar unas cuadras a esperar el colectivo justo. Viajar pegados no es viajar, las tetas refregandose contra mi espalda tampoco es acoso porque aquí en el colectivo las reglas se transfiguran y los egos se diluyen en un yo colectivo en la necesidad de llegar no importa como.
"atras que hay lugar" se escucha, yo ya estoy atrás porque veo que hay lugar por sobre todas las cabezas gachas que miran su celular o que dormitan. Pero por atrás tambien sube gente, unos flacos putean mientras que elaboran un plan, una estrategia para lograr que la silla de ruedas de Alba Luz y la rampa del colectivo se entiendan pero es imposible y terminan subiendola a fuerza bruta. Y es así como nos conocemos vos y yo, me pedis que le pregunte una dirección al chofer. Voy y vuelvo entre la gente que de pronto me hace lugar como si estuviera untado de mierda. Hay lugar, siempre lo hubo.

Entre quejas y presentaciones había surgido la necesidad de ir a revalidar tu pase x discapacidad (certificando que la silla de ruedas no es tangible) y te ayudé a bajar en el puerto junto con quien te ayudó a subir. No tuve corazón para dejarte sola con 70 agostos en esas veredas chuecas y me quede abajo. Una mirada bastaba para despedir a aquél que creí tu hijo pero no. No lo miré, vos tampoco lo despediste, es innecesario cuando el flujo de la acción nos une en un ritual donde oficias de chamana y transmutas nuestra personalidad, cortando nuestros defectos.  
Buscamos la dirección y preguntando me pierdo pero vos sabes e insistís. Los soretes en sus autos lujosos y camionetas no nos dejan pasar, yo empujando la silla y vos guiando. 

Esperar espera cualquiera. Más cuando se tiene un as bajo la manga. En mi caso siempre un libro, "QUEERS LEED ESTO" en el bolsillo de la campera. Un fanzine conseguido en la FLIA justamente. Dos capítulos más tarde volves con la idea de conseguir no se q papel y volvimos a la calle y a luchar contra las veredas y los autos en las veredas y los autos en las calles y la gente en los autos que se olvida que no es auto. No es mecánica pero sigue o frena pero no deja pasar. Igual fue el regreso a un colectivo. Preguntar y hacer señas, oír excusas y forzar los noes para volverlos síes. Para que te dejen subir ya que "el que viene atrás tiene rampa" no alcanza. Alba Luz es ahora, Maximiliano es ahora y el de atrás no sabemos si tiene una rampa o si la rampa anda o si nos para...
Sabemos lo que es y persiste, sé que tus ojos son jóvenes y están  atrapados en un cuerpo descompuesto que me cuenta una historia familiar que es presente en tu alma y que luchas el día a día desafiando todo límite.


sábado, 26 de mayo de 2018

Jueves 24, yendo a la Prosa Mutante numero docientos y pico, setenta y dos, sesenta y siete, algo asi... Mi plan, sacar unas fotos para una próxima muestra in situ. Salí medio jugado de tiempo porque trabajé mas de 15 horas la noche anterior, hasta el mediodía... siesta reparadora o muerte!!!

Caminé Falucho desde Dorrego y me detuve en Independencia a tomar una imagen que estaba esperando un taxi, una mujer con muchas cajas (todas en la mano) de cartón desnudo. Ningún taxi le paraba, yo le disparé un par de veces y me paré a unos metros. Frené un tacho y se lo cedí, me agradeció entre risas y una mirada cómplice.
Lamentablemente la foto salió mal y tuve que borrarla ya que iba con la memoria llena, "el recuerdo del momento quedará en estas lineas". O eso pensé, al visualizar el momento blogguero, pero dijé "no" y corrí el taxi, unas 6 cuadras... con el afán de fotografiar el momento en que baje del taxi esa mujer y sus cajas o esas cajas entre la mujer. En resumen, la perdí.
Derrotado por el automotor e invadido por una taquicardia justificada ya que mis trentailargos y una cultura sedentaria... Me acomodé en la parada del colectivo a eliminar algunos archivos. Solo 17 fotos en RAW, mientras respiraba eliminé otras, sume 21, 24... no más. En eso, a mis espaldas un perro que se parecía al de Cowboy Bebbop y por consiguiente al de Dirk Gently, surgió la necesidad de seguirlo... Recogí mi cuerpo andrajoso y doblé la esquina hacia Salta por Luro. El perrito había desaparecido, me acomodé en la entrada de un lujoso edificio para esperar que pase, siguiendo su propio olor y borré un par de fotos más, 26, 28..., me interrumpe un varón que se materializó sin poder anticiparlo... chaleco de tela negra sobre campera gris, pantalón chupin y zapatillas genéricas de deporte.

-Sabes si estos tipos están aca? -Dice sin mediar un saludo.
Levanto la mirada del visor de la camara y leo infinidad de cartlitos dorados "consultora GTT estudio contable 5ºB, doctor Gustavo Gambina 3ºC, contador publico licenciado en administración 4ºA, doctor Patricio A. Talogo, contador publico licenciado en administración, Licenciado Karin E. Filispidi, psicologo, Etc"
-no... la verdad que no lo sé. -Respondo.
-¿Sos de acá del edificio?
-No, estoy esperando a alguien...
-¿Y donde vivis? El flaco tenia una barba rara, si esto es posible, una mirada que no me miraba a mi sino q a mi pecho, como si le llamara la atención que a fin de Mayo (mardel tiene clima patagonico) esté con la campera abierta, con el pecho desnudo excepto por una remera.
-Vivo por allá. -Inventé una dirección aleatoria porque no me gustó la pregunta.
-¿Y esos de tu remera quienes son?
-The Doors, una banda de rock.
-¿Y los conoces?
-Jaj no... no los conozco, personalmente no.
Me miró a los ojos, por primera vez (y sentí que tenía que sacarle una foto pero no tenía seteada la camara para esa luz y no iba a hacer a tiempo...) y me dice: Esos son todos asesinados.
Lo miré con cierto descreimiento, perplejo y me dice:¿Vos estas vivo o estas muerto?
-A veces vivo, a veces muerto. Trato de estar vivo.
-No, si estarías muerto, estarías así con esa cara siempre. -Dice y se va acomodando su gorra y murmurando. En ese momento me percato que tiene la campera metida en el pantalón.

Vuelvo a mi ruta, hacia La Prosa Mutante numero docientos setenta y algo con el afan de no tocar la camara, de caminar y caminar y remirme de mí y de donde me lleva la vida. Llego y esta Manuel Golub en la puerta, me pregunta como estoy y le suelto un "bien" pues hace 4 días que no duermo una noche entera y no se por donde empezar y los días son mas raros que las noches. Subo y tomo algunas fotos.


En la imagen, el duo Ying-yang. Prosa Mutante Nº276 ó 267


martes, 30 de enero de 2018

La paradoja del Boludo Inteligente

plaza Moreno, MdQ 26-1-18

Armé mi puesto "POESÍA VIVA de mdq", esta vez con 3 obras mias y 2 producto del taller de lectoescritura que coordino. Claudio de Barracas, autor de "el arte enferma y mata" me había convocado al festival "Claudio de Barracas" tras encontrarlo en un colectivo el mismo día que yo había pasado a buscar mas cuadernillos y dejar dinero de la venta de los mismos, bueno, de otros en realidad, gemelos.

Los primeros 30 minutos me acomañó el fallecido Joseph Conrad, comunicandose desde "La linea de sombra", un excelente libro.

Cuando levanto la vista, ya estaban cayendo un par de pares, lejos de ir a saludar, baje la cabeza y me terminé el primer capitulo. Personajes tan delirantes y familiares como el Capitán Giles, tornaron a la voz de Joseph al menos, amigable. Cuando me encontré cerrando el libro, entre carcajadas, se acercaban a mi Juan Miguel Idiazabal junto a Nicolas Aletegaray (coordinadores de la Prosa mutante que el día anterior había festejado su edición 257) junto a Claudio de.

Tiempo después, celebramos la vida con charlas de arte y meteorología, acompañados por la ecléctica música de un par de desconocidos que repasaron temas mas desconocidos aun de todos los géneros habidos y por haber de forma por lo menos sobresaliente. Vestidos como crotos y guitarreando y cantando como eruditos.
En eso, tirados en el pasto ya sin el menor interés en vender un ejemplar, La Lobo (que habia llegado entre esas miles de cosas que se sucedieron y otras que se contiguaron) me hace llegar al oído "... los callados están sobre valorados, algunos son tremendos boludos..." ; minutos después resuelvo que un boludo callado es a la vez inteligente, ya que no contamina el silencio con payasadas. Días después, hoy, me pregunto: ¿La inteligencia cancela la boludez?

domingo, 21 de enero de 2018

la Ropa sucia, una Oportunidad

Mar del Plata, un día sofocante, abajo el mar pero yo estoy en un día por demás lejano y sin poder conectar con nada, tal es así que el único algo que me convoca es la ropa sucia acumulada contaminando el depto y más por necesidad que actitud la llevo al lavadero. El calor hace de las suyas y mi transpiración brota como un abrigo en derredor de toda mi piel que de por sí es mucha, hasta que veo la frescura de unas flores que me hacen recordar al amor (que había salido a trabajar) y corte una ramita por sobre el nudo y fui feliz, observado por todes como "el tipo que lleva la flor"... ternura, envidia, extrañeza, etc.
Cuando fui a  ponerlas en agua, las viejas flores habían generado unos hongos en el agua, una baba translucida parecida al hectoplasma de los Cazafantasmas, una breve oportunidad para lavar y revivir el aroma del ambiente.

<momentos eliminados de la memoria>

Horas después, en un depto lleno de color, el amor se presenta y...
-Olé las flores. -Le digo.
-No tienen olor a nada. -Dice el amor.
-Besalas.
-No, hay una hormiguita

Efectivamente, el ser recorría las hojas y los pétalos blancos buscando una salida a la exótica cárcel que yo le había propinado, deseando, supuse, volver a su colectividad.

-¿Queres algo? Ya vengo. -Digo mientras me acerco a la puerta con la jarra llena de flores y hormiga.
-¿Te vas?- Estaba haciendo mate desde el momento en que llego.
-Oka, ya vengo- No me vio salir

(Los primeros pasos fuera del depa fueron con sumo cuidado, no quería que vos, hormiguita, te caigas al agua o te vueles con un viento repentino. Al dar vuelta la esquina ya estaba seguro de que íbamos a seguir andando sin problemas, yo en la vereda y vos en la rama.
Nos cruzamos una pareja de pelados barbudos, qué extraños se ven, pensé, paseando a dos miniperros cada quien con una correas y después me di cuenta que el mas raro era yo, paseando a unas flores en una jarra de vidrio. JAJAJA Creo que en ese momento me sentí yo mismo, no mas humano que hormiga.
Te agradecí por darme la oportunidad de ver el mundo desde tu perspectiva y darme paz. Nuestra relación se terminó y comenzó mi día a las 19hs)

En ese arbol, deje mi agradecimiento y me lleve la paz al tocar hoja con hoja pues se formo un puente que me lleva a ese momento de paz mas allá del tiempo y el espacio.